La Ciudad de México es como un parque de diversiones para los amantes de la comida por su escena diversa que está en continuo movimiento. Aquí todo gira alrededor del apetito, de sus puestitos callejeros que se levantan en cada esquina, del boca a boca, de la más reciente apertura o de los grandes clásicos que perduran en el tiempo.
Encuentra las mejores tostadas de atún en un restaurante de la Roma Norte que no pasa de moda, y la obsesión del producto de calidad en un bistró contemporáneo en la calle Álvaro Obregón. Dos chefs unen sus ascendencias en un local de la Juárez para mezclar las especias de la India y México en sus platillos. Disfruta de unas croquetas de falafel en el Centro Histórico en un clásico que se ha especializado por más de 30 años en comida libanesa.
Los restaurantes icónicos de la Ciudad de México han ayudado a la creación de una escena emocionante. Sigue leyendo para conocer los lugares que forman parte de la identidad de la capital.
Yakumanka by Gaston Acurio (Roma)
El reconocido chef peruano Gastón Acurio, quien puso la comida peruana en el mapa del mundo, celebra en Yakumanka a las cevicherías limeñas. Disfruta en esta esquina de la Roma norte en medio de una atmósfera relajada o en una de las mesas de la terraza un ceviche clásico o escoge algo más contundente como el lomo saltado o alguno de los arroces chaufas. No dejes de probar un pisco sour, el cóctel insignia hecho con pisco, limón y gotas de angostura para sentirte como si estuvieras en Perú.
El Cardenal (Centro Histórico)
Cuenta con varias sedes alrededor de la ciudad, pero la que marcó la visión de este restaurante que abrió su puertas en 1984 fue la la calle Palma. Está albergado en un edificio porfiriano cuyos salones están enmarcados con vitrales creando un ambiente entrañable. Su cocina tradicional es amada por los locales -y visitantes por igual- por sus platos de sabores caseros como una sopa de verdolagas con pollo o el chile relleno a la oaxaqueña. Los desayunos, en especial, gozan de gran popularidad gracias a sus panes recién horneados, a las conchas que acompañan con nata, los chilaquiles, el aporreado estilo El Cardenal, los huevos rancheros con salsa de chapulín y el reconfortante chocolate caliente.
Dooriban (Roma)
Aunque Dooriban abrió apenas en 2021, vino a refrescar la escena de la cocina de Corea en Ciudad de México, cuya mayoría de propuestas se basaba en el BBQ. Aquí la comida de Jung Hee apodada Mama Park, quien llegó a la capital en los años 80, mezcla ingredientes de estación, el calor de la cocina casera y sus experiencias como inmigrante con el uso de chiles o verduras locales. Comparte al centro de mesa, clásicos como el bibimbap (arroz revuelto con carne, vegetales y huevo frito), el kimchi bokkeumbap (arroz frito con kimchi) o especialidades como el yukhoe, un tartar de res tradicional coreano y úntate las manos con alitas de pollo frito con salsa de soya y chiles secos. Baja todo con un botellita de soju, una cerveza artesanal o un vino natural. El espacio, de diseño minimalista, tiene un ambiente acogedor que hizo de Dooriban un punto de encuentro en la capital.
Máximo (Roma)
El chef Eduardo García más conocido como ‘Lalo’ lleva desde 2011 con su restaurante que abrió en una pequeña esquina y que desde 2020 se trasladó a otro lugar mucho más amplio en la misma colonia Roma. Ha recibido múltiples premios y reconocimientos, entre ellos alcanzar el puesto no.28 en la lista de Latam’s 50 Best Restaurants 2022. El menú, dictado por el ritmo de la estacionalidad y por la obsesión del producto de calidad, tiene influencias mediterráneas como el risotto con parmesano, francesas como su cebolla gratinada con queso comté y mexicanas como un ceviche de pulpo o una tostada de cangrejo moro con salsa tatemada. Al entrar, la cocina a la vista da la bienvenida para después pasar al salón de techos altísimos bañado por la luz natural de una marquesina. Lo que solía ser un antiguo taller de autos, ahora es uno de los mejores restaurantes de México.
Al Andalus (San Angel)
En el Centro Histórico empezó la historia de Al Andalus en 1994 y el sueño de su chef Mohamed Mazeh de mostrar a través de la mesa los sabores del Líbano, su país de origen. Desde entonces este restaurante ha sido un referente de la comida del Medio Oriente en la capital mexicana. Hay que inclinarse por las especialidades de la casa, ideal para ir en grupo y poder compartir al centro de la mesa el hummus, el jocoque con pan árabe, las croquetas de falafel hechas con garbanzos, hierbas y especias, el babaganoush, un dip de berenjena con toques ahumados o las hojas de parra rellenas de arroz y carne. Hay una sensación de relajación al sentarse en este amplio local lleno de plantas que está dominado por una réplica de un cedro libanés cuyas ramas se extienden por el techo.
Expendio de Maíz (Roma)
En Expendio de Maíz cada semana se ofrece una nueva experiencia culinaria gracias a su menú constantemente en rotación. La idea de este singular lugar fue recrear una cocina rural mexicana que cocinara con lo que da el campo y al mismo tiempo, que todos sus platillos giraran en torno al maíz. Así, lo que llega al par de mesas compartidas disponibles, ubicadas en la banqueta de manera informal, está lleno de sabor y de sorpresas. Las preparaciones cambian casi diariamente, pero espera encontrar guisados como un conejo hecho al estilo barbacoa, todo el sabor de la milpa puestos de manera creativa como una picadita de calabaza así como también varias opciones veganas como una tostada de huitlacoche, verdolagas y salsa de jitomate. Sólo se puede pagar en efectivo.
Rosetta (Roma)
La chef Elena Reygadas ha creado un universo a partir de su restaurante insignia, el cual acaba de entrar en el puesto no.49 en The World’s 50 Best Restaurants 2023. Entra a esta hermosa casona de la Roma, de ambiente acogedor en el que destaca su patio de techos altos, luz natural y las enredaderas que adornan las paredes Aquí la chef despliega su lado creativo, su amor por la sencillez y el producto mexicano. Más allá de ponerle un sello italiano a su carta, la inclusión de las pastas responde más al trabajo artesanal de un alimento que se hace con las manos. Famosos son sus papardelle con higaditos de pollo y salvia o los gnocchi de papa que cambian según la temporada y que en época de lluvias llevan huitlacoche y verduras de la milpa. Su lado más mexicano se evidencia en el pozole verde con robalito o en el tamal de elote con crema ahumada. Todos sus postres sin excepción, valen la pena, pero hay uno sorprendente que siempre está en la carta como el helado de romero y aceite de oliva con hierbas frescas.
Sud 777 (Pedregal)
La propuesta del chef Edgar Nuñez de alta cocina vegetal mexicana es única, siendo uno de los primeros en hacerla en la Ciudad de México cuando inauguró Sud 777 en 2008. Entre sus mayores reconocimientos está el de ocupar el puesto no. 23 en los premios Latam’s 50 Best Restaurants 2022. Aunque lejos está de ser un restaurante vegetariano, el reino de las verduras y las frutas tiene protagonismo tanto en su carta como en el menú degustación, en el que incluye platillos como las fresas con aguacate y manzanilla o los tomates con caldo de sandía y anchoas. La carta de vinos es robusta y cuenta con una selección internacional como de mexicana. El moderno espacio abierto en el que domina la madera tiene un aire minimalista que ofrece un marco íntimo y especial para una cita nocturna.
Masala y Maíz (Juárez)
Todo está en el nombre: dos ingredientes esenciales buscan las conexiones de las especias, ingredientes y técnicas que caracterizan a la culinaria de la India, África del este y la de México, que son la herencia de sus chefs Saqib Keval y Norma Listman. Desde que abrieron en 2017, no solo se han caracterizado por su buena sazón hecha con solo ingredientes orgánicos de pequeños productores, sino por una filosofía de activismo social y político que siempre está buscando ayudar a su comunidad. Imperdibles las samosas rellenas de suadero como entrada que no han salido de la carta, los camarones con morita y ghee de vainilla y el postre de tres leches de chai. Las paredes minimalistas de hormigón y los materiales en bruto lo convierten en un lugar fotogénico para explorar con amigos o en pareja.
Meroma (Roma)
Este bistró moderno de la Roma comandado por la pareja de chefs Mercedes Bernal y Rodney Cusic conjuga en sus platillos sus influencias de vivencias y viajes que plasman en el producto mexicano. Debes probar la coliflor rostizada con za’atar que viene con espinaca, chile seco, chorizo siciliano y almendras o el crudo de pescado con pasta de nuez pecana, serrano, perejil frito y vinagreta de limón amarillo. Termina con la imperdible tarta de leche de cabra, uno de los más pedidos entre los locales. El bar abierto que da a la calle Colima se antoja para un cóctel como el benedictino con sotol, falernum, piña y toronja para después pasar al segundo piso a la cena, ya sea en el salón o en la terraza que da a las copas de los árboles de esta emblemática calle.
Rokai (Cuauhtémoc, Santa Fe)
El grupo Edo Kobayashi se ha reconocido por ser uno de los pioneros en haber impulsado la escena de la comida japonesa en la capital, elevándola con maestros del sushi que conocen la tradición y con la búsqueda de ingredientes de calidad, en especial con los pescados y mariscos. Rokai, ubicado en la Juárez, fue el primer restaurante del grupo que ya cuenta con 15 locales tanto en México como en el exterior. Lleva a tu paladar a Japón con una selección de nigiris, sashimi entre los que destacan todas las posibilidades del lujo del atún: chutoro, toro, kamatoro pero también platillos más del estilo izakaya como los donburis, bowls de arroz que se terminan con el pescado de preferencia o el pollo karaage. La madera clara domina este pequeño y cálido local de solo mesas en el interior, en donde la barra se antoja para aquellos que disfrutan ver cómo se prepara la comida.
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Contramar (Condesa)
Restaurante de la capital especializado en comida de mar mexicana que abrió en 1998. La intención de sus creadores, Gabriela Cámara y sus socios era recrear la comida que se disfrutaba en las palapas de las playas del Pacífico de México. Desde entonces ha tenido éxito entre los locales y los visitantes, con una comida sencilla y sabrosa que privilegia la calidad de pescados y mariscos. Las tostadas de atún que vienen con mayonesa de chipotle, puerro frito y aguacate, es el plato imperdible del restaurante. Otro de los platos predilectos de los locales es el pescado a la talla que se sirve con tortillas y frijoles de olla. Para terminar, en medio de un ambiente relajado y una cocina abierta, opta por un carajillo y el postre de merengue con fresas que suscita varios post de Instagram.
Galanga Thai House (Roma)
La cocina tradicional tailandesa de la chef Somsri Raksamran tiene un referente indiscutible desde el 2015 en Galanga Thai House, en la Roma Norte. Fue reconocido como el restaurante del año en 2022 por la Guía México Gastronómico. El salón lleno de plantas da la sensación de estar en medio de un jardín. Empieza tu comida con unas crujientes tortitas de camarón con curry rojo y despierta tus papilas gustativas con un Miang Kham, mezcla de arroz tostado, coco, cítricos y foie gras envuelto en hojas antes de pasar al plato principal. El arroz con pescado, coco, ejotes, toronja y hojas de lima kaffir marida a la perfección con el agua de coco. Termina tu viaje a Tailandia con una infusión de lemongrass con ginebra, ejecutada para contrastar el picante de la comida, que puede ir de suave a muy picante.
Les Moustaches (Cuauhtémoc)
Les Moustaches cautivó a Ciudad de México con su lujoso entorno y sus delicias francesas desde el momento en que abrió sus puertas en 1974. La elegante mansión de los años 20 que alberga el restaurante es legendaria, con sus brillantes lámparas de araña, sus techos altos y opulentos, y un piano que perfecciona la experiencia gastronómica. Disfrute de ese encantador telón de fondo con una entranda de foie gras con chutney de frutos rojos antes de pasar al plato principal: los invariables caracoles a la provenzal, el filete Wellington o el pescado meuniere al limón. El postre es prácticamente obligatorio: el soufflé con Grand Marnier y pistache.
Liliana López Sorzano es una periodista colombiana radicada en Ciudad de México, especializada en viajes y gastronomía que contribuye para varios medios mexicanos e internacionales. @lilixlopez