El chef Alfredo Villanueva, originario de Monterrey, ha alcanzado su máximo reconocimiento fuera de casa, en el Valle de Guadalupe con su restaurante Villa Torél. Abrió en septiembre de 2019 y gracias a sus platos de sabores limpios con combinaciones interesantes, y al ambiente único, fue escogido como Mejor Restaurante de Casual Dining en la premiación MexBest by Quien 2023 y en la lista Latin America’s 50 Best Restaurants 2022ostenta el lugar número 18.
Villa Torél es un comedor campestre con una vista increíble sobre los viñedos de uno de los ranchos de la vinícola Santo Tomás, en el que la playlist de música, creada por el chef, hace que los comensales muevan ligeramente los hombros y los pies. Sirve comida reconfortante tocada por los fuegos, con énfasis en ingredientes de temporada y un toque muy personal. Imagina una ensalada con zanahorias rostizadas del huerto o un crudo de jurel fresquísimo con ruibarbo y ajonjolí.
Estas son algunas de las razones para visitar Villa Torél, el restaurante del Valle de Guadalupe que está en boca de todos.
Sigue leyendo para conocer más sobre el chef Alfredo Villanueva y su restaurante Villa Torél.
Los inicios de su carrera
Alfredo Villanueva empezó a cocinar de una manera autodidacta. Todo los libros de gastronomía que llegaban a sus manos los devoraba, y lo poco que ahorraba lo gastaba saliendo a comer para entrenar el paladar. Hizo unos cursos en la escuela Ambrosía en Ciudad de México y en 1998 montó una cantina en Monterrey sin tener mucha idea del negocio que implicaba montar un restaurante. Mientras que lo tuvo, viajaba cuando podía en España para hacer cortas pasantías durante los otoños y las primaveras. Abrió otros proyectos que tuvieron éxito en un principio pero no perduraron.
La nueva aventura en Baja California
Un día recibe la llamada de una de las dueñas de la vinícola Santo Tomás, ofrecían un espacio en uno de los ranchos donde tienen plantada una de las viñas, para que creara un restaurante. Como si el destino estuviera trazado, visitó el lugar y quedó enamorado del entorno. Le dijo a su esposa, Denise Theurel “Ahí está el restaurante que siempre soñamos”. Empezaron con una estufa, unas parrillas, unas cuantas mesas, dos asadores en septiembre de 2019 y así crearon este comedor rural.
Una carrera definida por el amor al producto y a la sencillez
“Mi cocina es de proximidad, con fuego directo, sin aparatos tecnológicos. El producto no se sobre condimenta, no se trabaja en exceso porque la sencillez prima. La sencillez es elegancia”, sentencia el chef Alfredo Villanueva.
Este chef se siente bendecido por la riqueza de la tierra y del mar con la cual no sería posible hacer su menú de temporalidad. Esto lo celebra con platillos destacados como el pato en tres cocciones con acedera o su arroz meloso de mariscos.
La sostenibilidad siempre en la mira
Alfredo Villanueva se suma a la era de responsabilidad social y medio ambiente, no porque sea una tendencia sino por coherencia con lo que piensa y por dejar ejemplo para sus hijos. “Tenemos un sistema de reúso de aguas, la basura se separa, hacemos composta, reciclamos el vidrio, el cartón, no usamos cocina al vacío por no utilizar plástico”, dice el chef. Así mismo confiesa que no usan pulpo por la sobre explotación, respetan todas las vedas de los pescados y mariscos, todos los vegetales son de temporadas del huerto propio y de sus proveedores cercanos y además, siempre está el equipo humano como una prioridad.
La manera de ver el éxito
“El mayor éxito es que tu restaurante tenga gente, que disfruten y que los comensales se vayan felices. Si hay reconocimientos alternos, pues es bien bonito para el equipo porque se sienten orgullosos”. El éxito también es la búsqueda de la felicidad y Alfredo Villanueva se siente un cocinero feliz por haber encontrado ingredientes al alcance, la riqueza del entorno y la fortuna de contar con un gran equipo.
Los retos del futuro
Para Alfredo Villanueva el reto mayor es tener continuidad, que el restaurante siga evolucionando, que siga vigente, que la gente lo siga recomendando como uno de los mejores restaurantes de la zona. “Me interesa también lograr que todos mis empleados tengan mayores ingresos y que se sientan orgullosos de su trabajo”. En la constante búsqueda de aprendizaje, este chef no se queda quieto y su próxima misión es aprender de charcutería. Mientras tanto, disfruta del camino recorrido: “ Estoy cumpliendo mi sueño de vivir con una gran calidad de vida en otro estilo al que estaba acostumbrado. Tengo ambición de seguir feliz, no de dinero”, afirma con una sonrisa.
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