En el siglo 20 las cosas eran más simples. Salir a cenar era razonable, el servicio era excelente y la gastronomía un arte. Lisa West y su personal han tratado de capturar ese ambiente de elegancia simple. Sus valores van mucho más allá, ya que en la cocina no utilizan lámparas de calor o microondas. Desde la parrilla y los hornos, todo llega directamente hasta su mesa en la forma que solía ser, es decir, bueno y caliente.